Sin duda alguna el personaje Jack Sparrow es uno de los más originales y carismáticos de la historia del cine. No sólo logró que, de forma completamente inusual, un personaje cómico fuera nominado al Óscar en la importante categoría de Mejor actor principal, sino el hecho aún más inusual de que esta nominación fuera para el protagonista de una cinta de Walt Disney.
Tal peculiaridad en el personaje de Sparrow se debe, más que al guión, al propio protagonista, Johnny Depp. Él puso como condición que le dejasen dirigir su propio personaje, y construirlo de la manera que él considerara prudente. De este modo Depp, inspirado en las personalidades de Keith Richards (guitarrista de The Rolling Stones, que más tarde participó como el padre de Sparrow), el bribón Pepé Le Pew de los Looney Tunes y el actor australiano Errol Flynn (célebre por su interpretación del galán aventurero y romántico), creó su propia personalidad para el pirata bebedor de ron, Jack Sparrow.
Se cuenta que el extraño comportamiento del personaje logró que ejecutivos de Disney se comunicaran con el director de la película para cuestionarlo, pero que el propio Johnny Depp defendió su comportamiento y su licencia creativa sobre el personaje, aduciendo que si no confiaban en él “tendrían que despedirlo”.