Blockbuster fue sin duda uno de los negocios de mayor crecimiento alrededor del mundo. Fundada apenas en el año 1985 por el empresario estadounidense de raíces holandesas Wayne Huizenga (quien llegó también a ser dueño, entre otros equipos deportivos, de los Miami Dolphins de la NFL), Blockbuster se convirtió en la principal cadena de videoclubes a nivel mundial, pero su mercado decayó debido a la aparición de nuevas plataformas de acceso a los contenidos, especialmente las digitales.
El modelo de negocio de Blockbuster no pudo resistir la embestida de los contenidos que el internet volvió accesibles. Primero, gracias a los programas P2P (como lo fue Ares), y luego por las plataformas de contenido on demand (que incluyen servicios de paga como Netflix, por ejemplo) e incluso el propio YouTube, el contenido por internet volvió poco atractiva la renta de películas para el gran público.
Lo mismo pasó con su otro mercado, el de los videojuegos, gracias al alto número de juegos disponibles en internet, incluso de manera gratuita, y el florecimiento de tiendas online y físicas con mayor especialización y catálogo. La piratería, enemigo desde siempre de la cadena en muchas regiones, también cobró su cuota.
Finalmente, y tras años de experimentar fuertes pérdidas y de asumir deudas gigantescas, Blockbuster quebró el 23 de septiembre de 2010 (arrastrando una deuda multimillonaria), luego de haber llegado a poseer 9000 tiendas alrededor del mundo apenas en el año 2004. Sin embargo, fue comprada por Dish Network, compañía que inició distintas estrategias para mantener funcionando el mayor número de tiendas posible.
En México, por ejemplo, las tiendas fueron vendidas a Grupo Salinas, junto con una licencia de dos años de operación de marca, tras cuyo vencimiento las tiendas sobrevivientes fueron transformadas en un nuevo concepto llamado The B-Store.