La sangre tiene como finalidad transportar el oxígeno que recoge de los pulmones. Esta compuesta por un líquido, llamado plasma, y diversas células, entre las que destacan los glóbulos rojos, que cumplen con la mencionada tarea. En su interior llevan una proteína llamada hemoglobina, que dentro lleva un átomo de óxido de hierro.
El hierro es un metal que vuelve rojas las sustancias en las que tiene presencia. Cuando el óxido de hierro dentro de los glóbulos entra en contacto con el oxígeno, toma un color rojo intenso, mientras su color regular es azulado. Por eso algunas venas tienen este color, o adquieren tonalidades verdosas.
Nota curiosa: un solo glóbulo rojo no es rojo en sí mismo, ya que la cantidad de hierro es muy pequeña para tener este color. Al juntarse muchos glóbulos es cuando lo adquieren.