Aunque el árbol de la vida es un concepto utilizado históricamente en numerosas culturas, una variante muy singular es la que se elabora artesanalmente en el municipio de Metepec, Estado de México. Este estilo de árboles de la vida estaban basados originalmente en pasajes de La Biblia, pero con el paso del tiempo se orientó hacia otros tópicos y se institucionalizó como un atractivo de Metepec.
La tradición de la zona montañosa del centro de México, en lo relativo a la alfarería, es vasta, tanto así que se calcula que esta actividad comenzó en el siglo XIX A.C., aunque la tradición de los Árboles de la Vida se inició no en Metepec, sino en Izúcar de Matamoros, Puebla, donde en un principio se producían estas artesanías con el tema del Jardín del Edén.
Los árboles de la vida típicos se componen de numerosas figuras antropomórficas, rodeadas de flores y otros ornatos, en cuya cima se encuentra colocado Dios. También se representan en ellos elementos como el Sol y la Luna, la serpiente bíblica del Edén y el Arcángel Miguel, quien según el texto bíblico ejecutó la orden de Dios de expulsar a Adán y Eva del Paraíso. Se fabrican en barro cocido dentro de talleres en los lugares antes descritos, y también destacan los elaborados en Acatlán, Puebla.
