La nieve es blanca, tanto así que la palabra es el término perfecto para definir el concepto de blancura. Pero ¿por qué la nieve es blanca?
La primera cosa que hay que establecer es el hecho de que la nieve está conformada por cristales de hielo, que no son blancos, sino transparentes. ¿Entonces a qué se debe su blancura?
La blancura de la nieve puede compararse a la del cristal molido, que a pesar de que en su estado íntegro era transparente, al pasar a pequeños fragmentos se vuelve “blanco”.
Este aparente cambio de color de transparente a blanco, también tiene lugar en la nieve, y es causado por un efecto de luz. Cuando los rayos de luz entran a los pequeños fragmentos de hielo transparente, no pasan a través de ellos, sino que se reflejan en su interior, lo que genera el color blanco en un proceso de reflexión interna total. Al reunir los pequeños fragmentos de nieve y reflejar éstos la luz de esta manera, se obtiene una superficie completamente blanca, perceptible así para el ojo humano debido a la luz.
Si agua en estado líquido ingresa en los espacios entre las partículas de nieve, ésta deja de ser blanca, como cuando ponemos nieve blanca en un recipiente y le vertimos agua: se volverá transparente al minarse el efecto de la luz sobre ella.