Las tapas de alcantarilla son redondas por una razón en específico, no se trata de una característica puesta ahí arbitrariamente. Tienen esa forma simplemente por una cuestión geométrica. Si las tapas fueran cuadradas, cualquier transformación del suelo circundante podría provocar que la tapa cayera por el agujero que cubre, tan sólo con que la diagonal del agujero se volviera más larga que los lados de la tapa. En contraste, con una tapa redonda esto resulta mucho más difícil. También cabe señalar el hecho de que es más fácil rodar una pesada tapa de alcantarilla, que cargarla.
