Durante siglos, el estudio del sueño fue desechado por los investigadores. Sin embargo, ya entrado el siglo XX, específicamente en 1952, por vez primera se estudió científicamente la etapa del sueño denominada “MOR” (de movimientos oculares rápidos), y se estableció, en parte por las observaciones de Eugene Aserinsky, compañero de Dement, que dichos movimientos comienzan justo en la etapa del sueño la actividad cerebral aumenta más drásticamente (hecho comprobado por medio de la electroencefalografía).

También podría interesarte:  ¿Por qué a veces damos toques?

Uno de los estudiosos del sueño más importantes de la historia, el Dr. William Charles Dement, realizó un experimento con un voluntario, mismo que aceptó quedarse a dormir en el laboratorio. Cuando llegaba a la etapa de sueño profundo y movimientos oculares rápidos, era despertado, y así durante por lo menos ocho horas cada noche. De esta manera, el hombre dormía, pero no soñaba. El resultado fue que aparentemente la necesidad de soñar del sujeto aumentaba, tanto así que, en las etapas finales del experimento, el hombre comenzaba a soñar inmediatamente, en cuanto caía dormido.

También podría interesarte:  ¿Por qué la sensación de un nudo en la garganta?

Se ha establecido también que, si durante la etapa MOR se despierta a alguien, siempre estará consciente de que se encontraba soñando, e incluso será capaz de narrar el sueño en el que estaba.

Soñar es un proceso del que todavía no se sabe todo, sin embargo parece ser una necesidad del cerebro, en el que los movimientos oculares al dormir parecen jugar un rol determinante.

También podría interesarte:  ¿Por qué los tatuajes no se borran?

¿Respondió tu pregunta?

comentarios