El tejuino es una bebida refrescante típica del estado mexicano de Jalisco, de elaboración artesanal. Se elabora utilizando masa de nixtamal (maíz) y es endulzado con piloncillo, dejándolo fermentar en una olla de barro, para después enfriarlo con hielo y servirlo. Se vende principalmente en mercados y puestos ambulantes en los estados de Jalisco y Zacatecas. Aparentemente su origen, en la presentación y forma que hoy se conoce, está ligado a los indígenas huicholes. El maíz es un alimento con un arraigo cultural y culinario sin comparativo en México, y cuyo consumo continúa siendo pieza fundamental del día con día en el país.
Aunque actualmente se vende en numerosos puntos en el occidente de la República Mexicana, especialmente en el estado de Jalisco, su origen se ha vinculado a la zona de Puebla, debido al hallazgo de vestigios que indican el consumo de bebidas a base de maíz en la región, mismas que tendrían más de 7, 000 años de antigüedad.
En los pueblos prehispánicos el maíz era llamado teocinte, vocablo que podría ser traducido como “el alimento de los dioses”. De tal suerte, las bebidas basadas en maíz eran vistas con mucho respeto e importancia, como bebidas de o para los dioses. Aparentemente la palabra tejuino es también de origen náhuatl, derivándose de la palabra tecuin, que quiere decir latir.
