Aunque todos sabemos que la derrota de Alemania y las llamadas Potencias del Eje fue el suceso que finalizó la Segunda Guerra Mundial, siempre es bueno tener un poco más de detalle de lo acontecido.
A continuación describiremos en pocas líneas el fin de la Segunda Guerra Mundial:
La Unión Soviética, que al inicio de la Guerra había sido aliada de Alemania gracias al pacto Ribbentrop-Molotov (que decretó la no agresión entre ambas potencias y las unió en la invasión inicial de Polonia), se había vuelto enemiga de esta tras el inicio de la Operación Barbarroja, con la que Hitler pretendía derrotar al poder soviético y avanzar hasta Moscú.
La URSS, tras sufrir cuantiosas pérdidas humanas y materiales, consiguió replegar al invasor alemán y perseguirlo hasta su propio territorio. Ante el avance de los soviéticos y los aliados occidentales al interior de Alemania, Hitler decidió permanecer en su búnker de Berlín para dirigir el esfuerzo de guerra. Sin embargo ya nada pudo hacer Alemania para impedir la derrota, hecho que orilló al dictador a suicidarse de un tiro en la cabeza el 30 de abril de 1945. Días después, el 8 de mayo, el almirante Karl Dönitz, a quien Hitler había nombrado su sucesor, firmó la rendición incondicional del país ante los aliados. Podría decirse (como muchas fuentes sostienen) que esto finalizó la Segunda Guerra Mundial, aunque de hecho solo lo hizo en el continente europeo.
Finalizó la Segunda Guerra Mundial: las derrotas de Japón e Italia
También vale la pena considerar que Japón, otra de las potencias del Eje que estuvieron del lado alemán en la guerra, se negó tajantemente a cesar las hostilidades aún tras la caída de su principal aliado. Fue hasta el 15 de agosto del mismo año cuando el país asiático se rindió, luego de que los Estados Unidos lanzaran bombas atómicas sobre las importantes ciudades de Hiroshima y Nagasaki, casi al mismo tiempo que la Unión Soviética invadía el territorio chino ocupado de Manchuria, ocupado por Japón desde 1931.
En cuanto a la otra potencia del Eje, Italia, esta ya se había desembarazado del gobierno fascista de Benito Mussolini desde el 28 de abril de 1945, cuando cayó el régimen de la República Social Italiana (llamado comúnmente la República de Saló), formalizado un día después mediante la capitulación firmada por el mariscal Graziani, ya que Mussolini había sido ejecutado por grupos partisanos.
